La Cosa

Mire mi reloj para ver la hora exactamente, eran las dos de la mañana con 16 minutos, pareciera que el tiempo pasaba muy lento, saque un tabaco de la cajetilla nueva; rompiendo suavemente el seguro de plástico, mi cuarto estaba a tan solo como a unas 10 calles, del autoservicio que abre las 24 horas, la noche era helada y las nubes cubrían la cascada de brillo que emanaba aquella hermosa luna de otoño, el calor de la llama del encendedor incendio lentamente mi cigarrillo lo cual fue bastante placentero, pero nada de mayor placer que escuchar una buena canción mientras caminaba sobre las calles de aquella sombría noche, me puse mis auriculares, y puse una canción al aleatorio… Mi piel se erizo al escuchar aquella melodía que me gustaba mucho, son de esas pocas veces cuando escuchas música al azar y deseas escuchar tanto una canción y misteriosamente esa se pone, es como si tu cerebro hiciera conexión con tu iPod, mierda es algo difícil de explicar, pero es de lo mejor…

Empecé a caminar lentamente en dirección hacia mi cuarto, disfrutando de aquel tabaco y mis oídos de la mejor música, mientras mi mente reflexionaba cosas sobre la vida, imaginando cosas a futuro, y pensando una que otra estupidez, como por ejemplo ¿Qué haría si tuviera súper poderes? ¿Cuál me gustaría más?, tal vez sería genial poder ser invisible, o tal vez sería aún mejor tener los poderes de Hulk… jaja mi mente era un desastre. Muchas casas ya se encontraban con las luces apagadas en su interior, me imagine a toda la familia durmiendo calientitos en sus camas, para que hagan su rutina diaria apenas la alarma suene a las 6 am, pffff que jodida y aburrida es la vida. Mientras un universitario como yo se pasea a las 2 am solo por cigarrillos, supongo que así es la vida después de dejar de vivir con tus padres… Todo debido porque la sociedad te limita si no tienes un título, jodida basura… Como que si eso representara tanto… Todos sabemos que lo que verdaderamente importa es la actitud, la experiencia y la inteligencia de cada uno de acuerdo a nuestros valores y principios, pero bueno hay que seguir el instructivo al pie de la letra si queremos que la vida funcione bien, aunque a veces tengamos que saltarnos algunos pasos, pero aun así lo que importa es ser feliz y disfrutarla a cada maldito segundo.

Cruce la avenida 20 norte con mucha cautela fijándome si no venían carros del lado izquierdo, ya que ese era el sentido de la calle, me encontraba justo en medio de la misma, cuando con el rabillo del ojo logre notar una silueta a lo lejos; como a unas 4 cuadras de mi posición, no sé, pero algo me llamo la atención de aquella silueta, logre percibir que era una persona, pero no estaba parada firmemente, es decir; parecía que tenía las piernas separadas juntando sus rodillas formando como una X, y a su vez pareciera que en vez de manos solo tuviera dos extremidades en ambos brazos, como si fueran las alas de una gallina desplumada, no podía percibir más al respecto de aquella persona. Pero si podía notar que estaba parada de una forma espantosa, lo quede viendo fijamente, de seguro era algún vagabundo drogadicto, el cual permaneció parado viéndome fijamente, sin hacer ningún movimiento, éramos él y yo viéndonos a lo lejos… Respire hondo, y seguí mi camino. Esta vez mis pensamientos se tornaron un poco más en preocupación, ya que es muy raro que a esas horas de la noche te topes con un suceso tan extraño, si fuera un asaltante hubiera venido corriendo hacia mí, no sé, pudo haber sido cualquier cosa, arroje mi cigarrillo al suelo, y lo pise. Llegue a la siguiente calle, la cual era de doble sentido, mire para ambos lados, me percate que no viniera ningún automóvil y seguí caminando. Me faltaban unas cuantas calles más para llegar a mi cuarto, al llegar a la siguiente avenida la cruce sin menor preocupación, ya que no venía nada en ambos lados, llegue a la banqueta, pero note una presencia con el rabillo del ojo nuevamente, entonces; es cuando sentí un helado escalofrió sobre mi cuerpo, aquel vagabundo se encontraba en medio de la calle, pero esta vez más cerca, estaba a tan solo dos cuadras y media de mí, ¿Cómo mierda era posible que haya llegado hasta aquí tan rápido? Me pregunte a mí mismo, seguía con su horrible pose, sus piernas abiertas con sus rodillas pegadas en forma de X, y sus extremidades al aire, aquel vagabundo parecía que estaba desnudo, no lo podía percibir bien debido a la oscuridad de la noche, pero de algo si estaba seguro y era que algo no andaba bien con aquella persona.

Me di la vuelta rápidamente y seguí caminando, esta vez un poco más aprisa debido a la preocupación, ya solo me hacían falta unas cuatro calles para llegar a mi cuarto, sentí como mi corazón se aceleró mientras mis piernas se movían más y más rápido, llegue a la siguiente calle, por suerte esa cosa no apareció ahí, acelere un poco más el ritmo, en mi mente le pedía a todos los Dioses que se apiaden de mí, y hagan que aquel vagabundo extraño se mantenga en donde estaba. Llegué a la siguiente avenida, en la cual un carro venía a lo lejos, eso me hizo sentir más seguro, el carro paso muy cerca de mí y siguió su camino, en cuanto paso, seguí caminando con el mismo ritmo de velocidad, ya solo me hacía falta pasar por una calle y en la siguiente doblando a mano izquierda estaba mi cuarto. Todo parecía más tranquilo.

Me sentía más aliviado porque aquel vagabundo no se había aparecido en la anterior avenida, llegué a la siguiente calle, un poco más tranquilo ya que en la siguiente estaba mi pequeño hogar, solo pensaba en cuanto deseaba estar en mi cama y olvidar aquel extraño y macabro suceso. En cuanto cruce la oscura calle, pude percibir algo a unos cuantos metros de mí, solo recuerdo que sentí el peor miedo de mi vida, algo que jamás había experimentado, sentí como mi corazón latía a mil por hora, mientras mi cuerpo se paralizaba y mis pupilas se dilataban… Al cruzar la calle, en contra esquina de mí, había un muro de piedra, en donde aquel extraño vagabundo estaba parado ahí con su terrorífica pose, me volteé rápidamente y esta vez pude verlo mejor, pareciera que el maldito me estaba esperando ahí, sus ojos estaban completamente ennegrecidos, mientras que su boca estaba cocida con un hilo que se veía bastante fuerte como los hilos con los que van a pescar, con sus gruesos y pútridos labios embozando un gesto de tristeza y amargura, parecía que su nariz algo se lo había arrancado ya que solo se veían sus fosas nasales, y si, esa cosa estaba desnudo, pero lo peor de todo no era eso, sino que no tenía manos; eran extremidades, parecían tenazas de carne y piel, sus pies igual eran tenazas, el solo me miraba fijamente, a tan solo unas cuantos metros, yo estaba totalmente paralizado, hasta que esa cosa dio el primer paso, como si tuviera el mal de Parkinson, se movía muy extrañamente temblando y tambaleando su cuerpo, era sumamente aterrador, pegue un ahogado grito que solamente lo podía oír yo en mi mente, me di la vuelta y corrí lo más rápido que pude hasta mi cuarto; aquella cosa venia caminando lentamente hacia mi… yo no podía respirar, jamás había corrido tan rápido, llegue al portón del cuarto; abrí el candado, entre, le puse de nuevo el seguro, entre corriendo a mi cuarto, cerré con llave, prendí todas las luces, encendí el televisor, y me quede sentado en la cama mirando en todas partes, sabía que aquella cosa podía aparecer en cualquier momento, si me descuidaba, así que trataba de pestañear lo menos posible, el miedo que sentía dentro de mí era jodidamente aterrador, pero tenía que ser muy cauteloso en no dejar ningún rincón sin vigilar. De repente escuche que alguien toco a la puerta, hizo tres golpes seguidos, lo cual me puso los nervios de punta, pasaron unos 10 minutos y volvieron a tocar a la puerta, aquella cosa hacia un sonido bastante aterrador que provocaba que me tape los oídos, me puse los audífonos para no escuchar aquellos lamentos de horror, y me quede mirando fijamente la puerta toda la madrugada, desconozco cuantas veces haya tocado la puerta, pero de algo sin duda estoy seguro, jamás volveré a salir tan tarde, porque sé que aquella cosa aún sigue esperándome haya fuera…